TRUMP AMENAZA A MÉXICO CON TRES ACCIONES.
En
campaña, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, amenazó a
México con llevar a cabo tres acciones si era elegido presidente:
(1)
Restringir el flujo de remesas; (2) construir un muro fronterizo; y (3) salir o
renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). No
obstante lo anterior, en sus primeros 75 días en el poder, Trump no ha podido
cumplir la mayoría de sus promesas de campaña. A nivel global, recordemos que
el candidato Trump prometió retirar o al menos reducir el apoyo militar a la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a Japón y en ambos casos,
la realidad se ha impuesto y ha tenido que reiterar el apoyo militar de su
país. Asimismo, sufrió varios reveses con el poder Judicial para imponer la
prohibición de viaje a personas provenientes de países predominantemente
musulmanes.
Por el lado interno y quizá el revés más relevante que ha sufrido
Trump hasta el momento, el bloqueo de la reforma de salud para “repeler y
reemplazar” la ley de servicio de salud asequible (Affordable Care Act, también
llamado Obamacare). Al final del día, el asunto que quiero enfatizar es que ya
sea porque la realidad se impuso o porque el andamiaje institucional que lo
rodea han parado las intenciones de Trump, se ve muy difícil que Trump cumpla
las tres amenazas que empezó a lanzar hace un año cuando se encontraba ya en
pre-campaña.
(1)
Restringir el flujo de remesas. Desde los comentarios que el entonces
pre-candidato Trump hizo en una entrevista para el diario estadounidense
Washington Post en abril del año pasado, hasta su último día en campaña, no
hubo día en el que no estableciera algún tipo de restricción a las remesas como
parte de su plataforma de campaña. Desde poner un impuesto a los flujos de
remesas de los migrantes, hasta confiscar estos envíos, Trump siempre ponía
este tema en la mesa. ¿Qué ha dicho o hecho al respecto? —Nada. Desde que Trump
se convirtió en Presidente electo no ha vuelto a mencionar “ni media palabra”
sobre las remesas. Si bien todavía hay algunos congresistas en EU que han
comentado sobre el tema, para Trump el tema quedó atrás. ¿Qué pasó? —La
realidad se impuso.
El Departamento del Tesoro de EU “le comentó” que no podían
distinguir legalmente entre una transacción financiera de un no residente al
extranjero y una remesa de un migrante.
(2) Construir un muro fronterizo.
En este caso en particular
operan ambas fuerzas. Por un
lado, la realidad se ha impuesto
respecto a quién lo va a pagar, ante
la gran dificultad de forzar a una
nación soberana a pagar por un
muro. Por otro lado, la restricción
presupuestal se está imponiendo.
En este sentido, aunque Trump
quiera destinar recursos del presupuesto
federal para el muro —a
costa de recortes de gasto en otros
rubros—, percibo que los legisladores
republicanos no están muy
de acuerdo con esto, ya sea incorporando
este gasto en los rubros de
defensa o de seguridad nacional.
Así, la posibilidad de que se amplíe
el muro cada vez es más baja y
probablemente termine con unos
pocos kilómetros de barda, que se
anuncien con “bombo y platillo” y
que se diga que se prefirió invertir
en tecnología (e.g. drones, radares
más precisos y fotografía satelital),
en lugar de un muro físico.
(3) Salir o renegociar el Tratado
de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN). Si bien Trump
firmó una orden ejecutiva para
que EU saliera oficialmente de las
negociaciones del Tratado TransPacífico
(TTP o TPP), nada similar
ha ocurrido con el TLCAN. Pudo
haber “invocado” el artículo 2205
del TLCAN y salir de este tratado
seis meses después. Tal vez a costa
de una controversia constitucional,
dado que el Artículo 1º de la
Carta Magna de EU dice que “…es
facultad del Congreso regular el
comercio entre naciones…”, pero
Trump pudo haberlo hecho en
su afán de negociar con un primer
paso muy agresivo. No lo ha
hecho. ¿Por qué? —Porque una vez
más, la realidad se ha impuesto.
El déficit comercial que tiene EU
con México no es porque México
le exporta una gran cantidad de
bienes y servicios, mientras que
EU casi no exporta.
Ese déficit es
resultado de un sinnúmero de
operaciones de importaciones y
exportaciones, que resultan en un
pequeño déficit, que representa
menos del 10 por ciento del déficit
comercial total de EU. En materia
agropecuaria —como el Secretario
de Economía, Guajardo, lo ha
comentado—, México es un gran
cliente para EU. México es el primer
destino de las exportaciones
de maíz, arroz, lácteos y carne de
cerdo, por ejemplo. Asimismo, debido
a los acuerdos de “nación más
favorecida” con la Organización
Mundial de Comercio (OMC), si EU
se saliera del TLCAN, seis meses
después nuestro comercio con EU
se regiría por la OMC, en donde los
términos de intercambio de EU se
verían mermados. Ya lo dijeron
el secretario de Comercio de EU,
Ross, y el presidente del Consejo de
Comercio de la Casa Blanca, Navarro,
no se van a negociar aranceles,
cuotas, cupos y tarifas, se van a
modificar las reglas de contenido
de origen y los procesos de disputas
legales. México está de gane.
No por nada los participantes de
los mercados financieros globales
ven a México “con otros ojos”. El
peso mexicano se ha apreciado
casi 15 por ciento del 20 de enero a
la fecha y los precios de las acciones
de varias emisoras que cotizan
en la Bolsa Mexicana de Valores
han tocado niveles máximos
históricos. Esto no quiere decir que
el periodo de gran incertidumbre
ya terminó y tampoco quiere decir
que mientras la incertidumbre observó
sus momentos más álgidos,
no haya restado crecimiento al PIB
de nuestro país, pero sin duda la
situación sobre la relación bilateral
entre México y EU se ve mucho
mejor que hace unos meses.
Fuente: El financiero.
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